Basadas
en una antigua superstición del siglo XVIII y XIX, han sido mal bautizadas como
dietas 'depurativas' (o 'desintoxicantes') y están cada vez más de moda.
En medicina se entiende que desintoxicar es el proceso que permite eliminar sustancias nocivas del organismo (como narcóticos). No obstante, para la medicina alternativa las "toxinas" son algo más metafísico e inasible. Así, el "linfodrenaje" es una técnica que presume de "destintoxicar todo el organismo", pero cuando queremos saber a qué toxinas se refiere encontramos vaguedades y sinsentidos. No cuenta, desde luego, con pruebas que demuestren ni cómo ocurre eso ni qué ocurre exactamente. Peor aún es el 'Panchakarma' una "técnica de desintoxicación milenaria del Ayurveda", que en teoría eliminaría toxinas mediante el vómito, la purgación, los enemas e incluso la extracción de sangre... sin pruebas sólidas de eficacia, y del todo desaconsejable.
¿Y las dietas depurativas desintoxicantes?
¿Son útiles para "compensar los excesos", regular y limpiar el
organismo? Son útiles para perder dinero, ya que muchas de ellas se basan en
comprar carísimos complementos dietéticos o en hacer caso a falsos gurús que
cobran un dineral por sus infundados consejos, tal y como detalla el profesor
Edzard Ernst en su revisión sobre este tipo de dietas, que publicó en 2012 en
British medical bulletin. El Catedrático de Nutrición y Bromatología Abel
Mariné también considera que el concepto de depurarse "científicamente no
se sostiene".
¿Por qué suponen un
riesgo para la salud?
Además de no tener respaldo científico para
lograr los objetivos que nos proponen, estas dietas también pueden hacernos
perder la salud, por varias razones. Las siguientes son algunas de ellas:
Alejamiento
de una dieta saludable. Estas propuestas se alejan de un patrón de dieta
saludable y además deseducan al paciente: mientras se hacen dichas
"dietas" se pierde un precioso tiempo que se podría estar invirtiendo
en aprender a comer bien, algo que a buen seguro será mucho más útil para la
salud. Asimismo, como muchas de estas dietas limitan de forma severa la ingesta
de macronutrientes (como proteínas) pueden dar lugar a fatiga o a deficiencias
de vitaminas y minerales.
Acercar a terapias alternativas dudosas. En segundo lugar,
como se suelen aplicar en dolencias leves e inespecíficas, el paciente pensará
que cualquier posible mejora es gracias a la "dieta". No se planteará
si dicha mejora es atribuible al efecto placebo, a que el curso natural de las
molestias leves es desaparecer con el tiempo o a que dejar de ingerir alcohol u
otros alimentos ricos en azúcar y sal es positivo para la salud. Su inocencia
le persuadirá a seguir con esta u otras terapias alternativas, no exentas de
riesgos, y podría dejar de lado métodos efectivos para tratar dolencias serias,
como se detalló en la edición de enero de 2008 de la revista International
Journal of Health Sciences. Dedicar mucho tiempo y dinero en tratamientos
inefectivos puede alejar la oportunidad de obtener tratamientos que sí serían
de ayuda.
Terapia de colon. En muchas de estas "dietas" se defiende el uso de la llamada "irrigación del colon", también conocida como "tratamiento del colon", "limpieza de colon", "irrigación rectal", o, sobre todo, "hidroterapia de colon". Una técnica que "vacía" el intestino a base de enemas, que no es efectiva, pero que tampoco es segura (puede causar calambres, distensión abdominal, náuseas, vómitos y deshidratación severa). La edición de mayo de 2008 de Harvard Women's Health Watch explicó que "han cobrado popularidad diferentes tipos de procesos de desintoxicación del cuerpo, tales como dietas rápidas y limpiezas intestinales" pero también expuso algo más: que "no existen evidencias médicas que apoyen sus reclamos de efectividad, y existen riesgos en varios de estos procedimientos". Una opinión que suscribió en 2012 la doctora Katherine Zeratsky, dela Clínica Mayo.
Terapia de colon. En muchas de estas "dietas" se defiende el uso de la llamada "irrigación del colon", también conocida como "tratamiento del colon", "limpieza de colon", "irrigación rectal", o, sobre todo, "hidroterapia de colon". Una técnica que "vacía" el intestino a base de enemas, que no es efectiva, pero que tampoco es segura (puede causar calambres, distensión abdominal, náuseas, vómitos y deshidratación severa). La edición de mayo de 2008 de Harvard Women's Health Watch explicó que "han cobrado popularidad diferentes tipos de procesos de desintoxicación del cuerpo, tales como dietas rápidas y limpiezas intestinales" pero también expuso algo más: que "no existen evidencias médicas que apoyen sus reclamos de efectividad, y existen riesgos en varios de estos procedimientos". Una opinión que suscribió en 2012 la doctora Katherine Zeratsky, de
Vitaminas o complementos dietéticos. Muchos de los
"programas para desintoxicar" incluyen la utilización de altas dosis
de vitaminas. No es buena idea. Una investigación aparecida en noviembre y
coordinada por la Agency
for Healthcare Research and Quality (AHRQ) de Estados Unidos, parte de la
siguiente premisa: "Los resultados de los estudios en los que se ha
suplementado con vitaminas han sido, en el mejor de los casos,
decepcionantes". Algunos complementos vitamínicos pueden ser, según dicho
estudio, peligrosos, por lo que el control de un profesional sanitario está más
que justificado. Tales programas también suelen incluir diuréticos, muy
desaconsejables salvo expresa indicación médica, grandes dosis de algas, que
pueden generar problemas tiroideos, y complementos alimenticios de todo tipo,
que tampoco son inocuos.
Desde Jorge W. Díaz
Walker MD Florida de Vicente López,
marzo de 2014
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