Las redes sociales agrupan a la gente joven (y no tanto), pero cada vez
son mas niños los que allí se encuentran para vincularse y entretenerse. Esta
modalidad tiene ventajas t riesgos que hay que reconocer, resolver y prevenir.
El insomnio tecnológico es uno de los
síntomas mas frecuentes, porque el uso abusivo de las pantallas es nocivo para
conciliar el sueño. Mientras que la tele los mantenía pasivos, los nuevos
dispositivos los pone en alerta y los mantiene activados cognitiva, emocional y
fisiológicamente. Además del espacio cibertenico es importante que se
encuentren personalmente. Si un padre observa que su hijo se aísla y prefiere las redes a verse con otros niños,
primero hay que estimularlo, pero si la indiferencia persiste puede
revelar dificultad para relacionarse por
timidez, fobia social, ansiedad o depresión.
También hay que prestar atención a
los niños que van hasta el baño teléfonos con sus por la ansiedad que les genera la desconexión: puede ser síntoma de adicción a la tecnología y encubrir dificultades para elaborar situaciones emocionalmente significativas. Aunque
los adolescentes se sientan grandes, aun necesitan de la guía de los padres. El sutil equilibrio entre no ser permisivos
ni autoritarios aun es el mayor desafío. No hay que ser un amigo más de los
hijos en la lista de sus contactos.
Jorge Washington Diaz Walker
desde Florida de Vicente López por ÑuÑu
Abril de 2014
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