El consumo de productos orgánicos, en otras palabras,
quienes eligen consumir productos ecológicos están no solo optimizando su
calidad de vida, sino también la salud de nuestro planeta evitando el
agravamiento del calentamiento global. La agricultura orgánica representa una
alternativa óptima contra la agricultura industrializada que hoy genera más del
15% del total de gases GHG de efecto invernadero.
Mas sana y saludable, la comida orgánica resulta también
mas segura, ya que durante los procesos de cultivo se prohíbe el uso rutinario
de plaguicidas y herbicidas que se da frecuentemente en combinaciones
potencialmente peligrosas, los alimentos que s obtienen con estos métodos
contienen una mayor cantidad de nutrientes, desde los tradicionalmente
conocidos como las vitaminas y los minerales, hasta aquellas sustancias como
los fitonutrientes, elementos de origen vegetal, que nos protegen de
radiaciones, contaminantes ambientales y conservantes agregados a los alimentos
industrializados. Todo ello con un precio justo.
Empieza a existir lo que llamamos consumo responsable
y esa filosofía se ve aplicada en el día a día a través de la alimentación ecológica,
por ejemplo. En la actualidad, los consumidores orgánicos optan por productos
frescos, frutas y verduras ya que, en general, se relaciona “lo orgánico” con
productos de la huerta.
La vuelta hacia una alimentación con productos
naturales nos ha llevado a valorar la alimentación orgánica como parte de un
proceso de promoción de la salud y de prevención de enfermedades. Nuestra calidad
de vida esta directamente relacionada con lo que ingerimos, es por eso que una
buena nutrición de las plantas y de los animales que forman parte de la mesa
familiar, nos proporcionara los elementos que necesitamos para la vida.
Desde Fernando Baz,
Socio Gerente de Jardín Orgánico
Jorge W. Diaz Walker